Texto y fotos por: Alfonso De Elías.
Con un cambió de vestuario muy nutrido la jarocha Yuri, se presentó en Los Ángeles, California en el teatro dentro de los Estudios Universal; él público se volcó de pie ante los recuerdos de exitosos temas como: “Quien eres tú”, “Detrás de mi ventana”, “Te amo, te amo”, “Arrepentida”, entre muchos éxitos más.
Extrañamente a modo de inconformidad la cantante mexicana habló con el público en diversas ocasiones resaltando la falta de apoyo de los empresarios y las disqueras hacia ella y sus presentaciones las cuales son esporádicas por la misma situación.
Los bailarines que acompañaban a la rubia cantante en las coreografías, se veían bien coordinados para hacer lucir a la estrella más sensual con cada uno de los diferentes vestidos que lucía casi en cada canción que interpretaba. Desde colores rojos, azul turquesa, gris con blanco, rosa y de más, el vestuario lucia también con materiales con lentejuela, espuma, esponjados, telas lisas y hasta trajes fluorescentes de una sola pieza.
Según el tema de la canción y la época de los 80’s o 90’s es como Yuri salía a cantar a capela y sin pistas, con una energía única; se veía entera en el escenario.
Además de la comedia,durante la plática que Yuri sostuvo, era alegre y picara; consistía en relatos y remembranzas de la cantante que nunca dudo en compartir con el público. “Seré la abuelita de México y me seguirán pidiendo que cante “Osito Panda” se rió.
Pero lo que sin duda llamo más la atención fueron estas palabras de la intérprete: “El ser humano y los artistas, se nos olvida ¿Quién? nos ayudó al principio de nuestras carreras o en el trabajo y quien nos dio el talento y el don de cantar, pero lo más importante es no olvidar ¿Quién? nos dio la vida”.
El público se puso de pie cuando Yuri interpretó: “La maldita primavera”, no dejaban de corear este éxito inolvidable.
En general el espectáculo musical fue bueno y la gente salió satisfecha de ver por primera vez a esta cantante mexicana en territorio norteamericano, para recordar esas canciones de los ochentas, que por muchos años no disfrutaban en vivo.
