Por: Alfonso De Elías
Foto Cortesía
John C. Reilly es Ralph, un villano del videojuego ochentero Fix-It Felix Jr. Ralph destruye, Felix (el jugador), construye. Pero Ralph es una buena persona. Y tiene inquietudes. Y un día decide planear su huida, atravesando mundos de videojuego (uno de guerra titulado Hero’s Duty, uno de carreras llamado Sugar Rush) para conseguir su libertad.
Aunque su historia es original en el diverso mundo de los videojuegos donde los personajes animados en forma digital cobran vida. Los amantes de esta adicción visual, podrán ver en la pantalla grande, cómo sus personajes favoritos cobran vida con autenticidad; sobre todo con Ralph, un antiguo juego que ha sido olvidado por muchos y que involucra otros juegos con otros personajes; dando el mensaje de cuando una persona mala quiere ser buena lo puede lograr. Las animaciones gráficas por computadora digital son excelentes; así como los colores resaltan mucho más en cada movimiento de las figuras y objetos involucrados en la película. Se puede observar como es la vida rutinaria de cada personaje de un videojuego. Definitivamente una idea original ya que ellos solo reciben órdenes de códigos electrónicos para obedecer órdenes y desempeñar funciones especificas y en esta película reflejan a los personajes con vida propia, con algunos problemas reales que tienen que resolver por sí solos y que un simple aficionado no tiene idea de que existen. La compañía Disney ha tratado de hacer creer que la adicción a los videojuegos es una cultura; cuando en realidad son magnificas estrategias de mercadotecnia y publicidad para el consumismo de la gente, creándoles la necesidad de los videojuegos como parte de sus vidas.
