Por: Jenny Álvarez
Foto Cortesia
¡Hola a todos los lectores de GalaTView! Quisiera narrar la experiencia que tuve hace unas cuantas semanas y la cual me impulsó de alguna manera hacer esta sección, estoy segura que a muchas personas les ha pasado pero no se sienten con la seguridad de narrar experiencias anormales o extrañas. Todos los lectores que hayan tenido experiencias similares los invito que nos escriban a galatview@gmail.com; donde serán publicados todos sus relatos o experiencias con hechos inexplicables. “Todo comenzó en la ciudad de los Ángeles, en una autopista muy transitada cerca del Aeropuerto Internacional de la misma ciudad. Ese día salí del trabajo un poco más tarde de lo habitual. Eran aproximadamente las 10 de la noche (o un poco más tarde), había sido un día lluvioso y con mucho viento; se sabe que esa autopista siempre se ven los aviones de paso, puesto que está muy cerca el Aeropuerto; por lo que no es raro ver pasar toda clase de aeronaves. Sin embargo, ése día en particular me ocurrió algo que nunca hubiera imaginado y que si lo cuento a las personas comunes estoy casi segura que me tomarían como una persona mentalmente desequilibrada. En el trayecto del viaje de regreso a casa, sentí por unos instantes que una especie de energía estaba muy cerca de mí, arriba del carro para ser más específica y lo más increíble de todo es que no se veía nada, como es común cuando pasan los aviones u otras aeronaves. Pero lo que más me hizo sentir temor fue cuando al momento de sentir esa energía, se escuchaba el extraño sonido como de un motor casi imperceptible, me di cuenta que había algo encima de mí porque el carro se puso duro del volante y la música del radio bajó de volumen sin que yo manipulara el radio. Y noté que alrededor no había casi carros, muy raro para ser la autopista 405, la cual es una de las más transitadas a nivel nacional. Cuando bajé el vidrio para asegurarme que era tal vez producto del cansancio de la jornada del día, alcancé a percibir ese extraño sonido y lo único que se veían eran ondas de energía pero NADA físico (Un avión, un helicóptero, luces o algo así). Créanme la sensación fue de pavor y miedo ya que al percibir algo, pero no ver nada; hacen que hasta el ser más valiente, puede doblegarse ante un hecho inexplicable como éste. Y como una película de ciencia ficción, cuando se alejó esa onda energética, las funciones del carro comenzaron a funcionar normales; es decir el volante ya no estaba duro y el radio continuó con el volumen normal. Aunque sólo fue unos segundos, lo más aterrador fue sentir esa onda que salió de la nada pero invisible ya que no se veía nada, solo se sentía su presencia en solo unos segundos, los cuales los sentí largos como si fueran minutos. Esta es una experiencia que si la comparto con mas personas me dirían “Jenny, mejor jubílate o toma unas vacaciones”, pero créame no es cansancio ni mucho menos, sé que hay cosas que en todos los gobiernos del mundo no quieren que sepamos y lo único que me queda decir es que estemos preparados ante algo que evidentemente ya está entre nosotros. Y créanme no soy fan de relatos misteriosos, paranormales o de seres de otro mundo, pero ahora más que nunca sé que hay vida en otros planetas, porque definitivamente no somos los únicos en el universo; por eso hay cosas que pasan sin que nosotros lo percibamos.”
