Sexualidad|April 1, 2013 1:00 am

Deseo tener sexo con mi mejor amigo(a)

Por: Redacción de GalaTView.com

Para empezar se debería meditar lo siguiente: ¿Hay implicancia emocional o sólo son dos que se encuentran para tener sexo ocasional? Definitivamente, todo es cultural y cuestión de tiempos. Mientras rompemos prejuicios y viejos mandatos ha ocasiones que es muy conveniente este tipo de relaciones pero hasta qué punto se mezcla el placer con los sentimientos.

La amistad convencional, por lo pronto, es una relación de “intimidad” y “compromiso”, que se diferencia de la relación amorosa porque entre amigos no suele haber atracción física o “pasión”. Siguiendo las definiciones clásicas, de haber pasión o atracción seguramente estemos frente a un potencial vínculo de pareja que, por algún motivo, no se concreta. Sin embargo, hoy todo parece escapar de los manuales y todo vale entre dos que deciden “pactar” los mandamientos de un estilo de encuentro o relación. Hoy queridos lectores de GalaTView recibimos una carta cuya lectora nos dice: “Estoy casada desde hace tiempo con mi mejor amigo, así que  por cuestiones migratorias tengo que estar viviendo bajo el mismo techo aparentando un matrimonio falso, pero un día, una noche el se metió a mi recámara y entre jugueteo, sonrisas, platicas hubo un acercamiento a tal grado que casi hacíamos el amor y ahora estoy confundida. No lo amo como pareja pero el hecho de que me haya besado y tocado de tal forma,  me ha confundido e irremediablemente ahora trato de estar lo más lejos posible de él, pero al mismo tiempo no es conveniente por mi estatus migratorio y para él es como si nada hubiera pasado.”  Con este caso y como otros se ha llegado a la conclusión de que muchas parejas  han desarrollado confianza y seguridad. Muchos adultos jóvenes prefieren sostener este tipo de relaciones para evitar compromisos. Los adultos no tan jóvenes (generalmente quienes ya se han divorciado o separado con años de convivencia) encuentran que esta es una forma práctica de andar libres, sin horarios ni ataduras. Muchos hombres y mujeres casadas, incluso, encontraron esta simpática figura para sustituir y quitarle presión al rótulo de “amantes”.

Sea cuál sea el acuerdo, y a favor de que existan cuantas relaciones positivas puedan existir, se recomienda practicar relaciones en la que prevalezca el concepto esencial de “amistad”, donde el “compromiso” y la “responsabilidad” (sexual y emocional) de uno con uno y con el otro son los que, en definitiva, permiten que todo esto sea saludablemente posible. En el caso de nuestra lectora lo único que nos queda es que platique con aquel hombre y si en realidad es su amigo, sabrán llegar a una conclusión en la que ambos lleguen a acuerdos donde ninguno de los dos salga lastimado o lo que es peor se involucre mas allá sentimentalmente, porque el amor es así: “A veces un corazón sale roto y lo difícil es remendarlo; así que el precio que se paga es muy caro ¿Usted estaría dispuesto a pagarlo?”

Comentarios